domingo, octubre 12, 2008

Ni orgullo, ni respeto ni admiración

No siento ningún orgullo, ni respeto, ni admiración por mi país y mucho menos por los militares que dicen sacrificar sus vidas por él. En un tiempo en el que la economía global y el poder de las multinacionales está muy por encima de los gobiernos todo este rollo militarista y patriotero me resulta algo absolutamente trasnochado.

Me produce verdadera rabia ver como el estado español les vende a los más pobres(los ricos no van a las guerras) rancios valores patrióticos con el único fin de que arriesguen sus vidas en supuestas misiones humanitarias en países cuyas realidades sociales y políticas desconocen.

Y los pobres(diablos) se tragan el cuento y acaban dejándose la piel en Irak o en Afganistán, creyéndose portadores de la paz en el mundo, cuando en realidad están allí para defender los intereses económicos de multinacionales como Halliburton, Enron, Global Crossing o Bechtel.

Si a todo ésto añadimos la manía de sacar los tanques a las calles, más propia de régimenes totalitarios en blanco y negro que de un país democrático del S XXI, se comprenderá mi natural aversión hacia todo aquello que huela a uniformes y banderas y especialmente hacia la llamada Fiesta Nacional de España.
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2 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

Verdad...es verdad...pero no es menos cierto que antes te mandaban ...por la fuerza...Hoy el que va es...porque quiere. Creo, hay una diferencia abismal. Salut

Puji dijo...

No puedo estar más de acuerdo.

Hay que abolir el desfile. Si hasta Rajoy dice que és un coñazo!